Estas son las ventajas de los ejercicios de fuerza para las mujeres

¿Qué es mejor ejercicio cardiovascular o de fuerza? Lo cierto es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja hacer una combinación de ambos. Sin embargo, en el caso de las mujeres parece que hay más reticencia a la hora de practicar ejercicios de fuerza. No obstante, a medida que se cumplen años el cuerpo de la mujer va transformándose por diversos motivos por lo que es importante entrenar la fuerza también. Estas son las principales ventajas de los ejercicios de fuerza para las mujeres.

Ejercicios de fuerza en mujeres

Expertos de la marca Altrient, maca especializada en tecnología liposomal y Neutrient, explican por qué es importante hacer ejercicios de fuerza para las mujeres:

Preservación de la masa muscular: con los años tendemos a perder masa muscular debido a cambios hormonales y a la disminución de la actividad física. Los ejercicios de fuerza, ayudan a preservar y aumentar la masa muscular, lo que puede mejorar la fuerza y ​​la capacidad funcional con el paso del tiempo.

Influencia en el metabolismo: la masa muscular magra requiere más energía para mantenerse que la grasa corporal. Con el entrenamiento de fuerza se puede elevar la tasa metabólica en reposo, lo que facilita el control del peso y la quema de calorías incluso cuando no estás moviéndote. 

La sarcopenia es la pérdida de masa muscular relacionada con la edad que puede llevar a la debilidad y la discapacidad.

Densidad ósea: el entrenamiento de fuerza puede aumentar la densidad ósea, algo especialmente beneficioso para las mujeres en la menopausia, cuando la pérdida de masa ósea puede aumentar el riesgo de osteoporosis.

Mejora postural y de estabilidad: el fortalecimiento de los músculos de la espalda, el abdomen y la pelvis puede ayudar a mejorar la postura y la estabilidad, reduciendo el riesgo de lesiones y problemas de espalda.

 Prevención de la sarcopenia: la sarcopenia es la pérdida de masa muscular relacionada con la edad que puede llevar a la debilidad y la discapacidad. El entrenamiento de fuerza puede ayudar a prevenir o retrasar este proceso.

Mejora de la función diaria: mantener la fuerza y la masa muscular facilita la realización de tareas cotidianas, como levantar objetos pesados, subir escaleras y llevar bolsas de compras, lo que mejora la calidad de vida a medida que envejeces. 

Reducción del riesgo de lesiones: un cuerpo más fuerte y equilibrado es menos propenso a lesiones relacionadas con caídas u otras actividades físicas.

Equilibrio hormonal: el ejercicio de resistencia puede ayudar a equilibrar las hormonas, como la insulina y el cortisol, lo que es beneficioso para la salud metabólica en general.

Mejora de la salud mental: el ejercicio de fuerza beneficia también la mente. Puede ayudar a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y aumentar la confianza en uno mismo.